La única palabra que Mahiru encuentra en su boca para describir el caos es “antiestético”. Pero a pesar de su antipática descripción, Mahiru procede a ayudar al desesperado Amane. Otonari no Tenshi-sama ni Itsunomanika Dame Ningen ni Sareteita Ken sigue a Amane mientras es atendido por Mahiru, que se ocupa de varias tareas, desde la limpieza de su apartamento hasta la preparación de la cena. ¿Hay algo que el ángel no pueda hacer?